martes, 26 de julio de 2016





26 DE JULIO - SANTA ANA Y SAN JOAQUIN


SANTA ANA INSTRUYE A LA VIRGEN NIÑA (MURILLO – 1655)


Según el Protoevangelio de Santiago,(apocrifo) Joaquín y Ana (padres de la Virgen) eran una pareja acomodada, pero estéril. Joaquín fue rechazado al llevar su ofrenda al templo por no tener descendencia. Apenado, Joaquín no volvió a su casa, sino que se dirigió a una montaña, donde rogó a Dios que le diera un hijo ayunando durante 40 días y 40 noches; Ana, mientras tanto, lloraba su dolor. Entonces un ángel se les apareció simultáneamente, anunciando que sus ruegos habían sido escuchados y que concebirían un hijo.
Ana prometió dedicar al niño al servicio de Dios y cumplidos los nueve meses dio a luz a una niña a la que llamó Miriam (María). Al cumplir los tres años, Joaquín y Ana llevaron a María al templo para consagrarla a Dios como habían prometido. María vivió en el templo hasta que cumplió los 12 años, edad en la que fue entregada a José como esposa.

LA VIRGEN NIÑA – (LUCA GIORDANO)

miércoles, 6 de julio de 2016

EROS (CUPIDO) Y PSIQUE

Eros (CUPIDO) y Psique

Obra del pintor Louis Jean François Lagrenée - (1669)

Eros y Psique protagonizan una de las más bellas y tiernas historias de la mitología griega. La maravillosa historia, —narrada por una anciana con la intención de mitigar los temores de una jovencita a quien el destino había preparado funestos sucesos—, quedó inmortalizada en "Las Metamorfosis" de Apuleyo, o también conocida como el "Asno de Oro" de Apuleyo, única novela latina completa que se conserva, que fue creada por el escritor romano más importante del siglo II a. C. Lucio Apuleyo (125 d. C.-180 d. C) como una adaptación de un original griego. La preciosa historia cuenta que Psique era la menor y más hermosa de tres hermanas hijas de los Reyes de Anatolia (Turquía). A pesar de que sus dos hermanas mayores poseían gran atractivo y estaban bien proporcionadas, su belleza no podía compararse ni de lejos con la de Psique. La muchacha era tan bella, que provocó los celos de la mismísima Afrodita (Venus), la Diosa de la belleza y el amor. Para vengarse de su competidora, Venus ordenó a su hijo alado Eros (Cupido, hijo de Ares, Dios de la guerra), que visitara a la joven y le clavase una flecha maligna que la hiciese enamorarse del hombre más feo, cruel y detestable del inframundo. Para cupido (el dios del amor), un trabajo de este tipo era coser y cantar.



A pesar de que sus hermanas poseían una discreta belleza, éstas ya se habían casado. Sin embargo, Psique, la más bella entre las bellas, que había alcanzado una enorme fama mucho más allá del reino, y a la que todos contemplaban, todos admiraban, todos adoraban, y echaban flores por donde quiera que pasara, nadie le pedía matrimonio. El padre de Psique, preocupado y en la desesperación por ver a su hija soltera a pesar de su belleza, consultó el oráculo que Apolo (fundador de la ciudad) tenía en Mileto. La respuesta no presagiaba nada bueno para la joven, ya que el oráculo predijo que el rey tendría que subirla a la roca del monte más alto y una vez allí, un ser oscuro, despiadado, y horrible que solía vagar por el cielo se la llevaría para siempre. De modo que el padre (el rey de Anatolia), muy a su pesar y haciendo caso al oráculo, subió a Psique a la roca más alta que pudo encontrar. Llorando y temblando de miedo por saber el triste final que le esperaba, de

                  Rapto de Psique- (William Adolphe)                          repente Psique sintió una suave brisa de poniente que la despegó del suelo y se la llevó plácidamente hasta un valle de césped florido. Se trataba de Cupido, (Eros el dios del amor), quien después de llegar a la roca donde ésta se encontraba, siguiendo las órdenes de su madre Afrodita (Venus), —pero herido por sus propias flechas—, se enamoró locamente de ella llevándosela a un precioso castillo donde la visitaba cada noche.




Después de conocer su nuevo y acogedor hogar, Cupido le advirtió a Psique que nunca podría ver su rostro, ya que si descubría el secreto, éste se marcharía para siempre y nunca más volvería a verlo. Cupido visitaba a Psique todas las noches, y allí vivían grandes momentos de amor apasionado. Con el tiempo, Psique empezó a echar de menos a sus hermanas, por lo que pidió a su amado monstruo que le dejase verlas, pero éste siempre se negaba. Más tarde, sus hermanas se enteraron de la historia de Psique. ¿Como va a ser que nuestra hermana no conoce el rostro de su esposo?, se preguntaron. Si no quiere revelar sus rasgos físicos es porque será un ser horrible y tremebundo, un monstruo en toda regla. Después de mucha insistencia, amenazas y disputas, Cupido finalmente aceptó, pero le advirtió a Psique que sus hermanas intentarían separarles. Al llegar al maravilloso Castillo, sorprendidas por ver la vida tan agradable y placentera que llevaba, el lugar contaba con habitaciones de mármol, piedras preciosas y todo lujo de detalles, se sintieron tan desdichadas debido a sus peores vidas que en su envidia, idearon un plan para desenmascarar a su amado monstruo. Al regresar al reino ocultaron todos los privilegios que poseía su hermana y siguieron con sus llantos y suspiros, ya que se suponía que Psique estaría muerta o por lo menos aún desaparecida.


Al alba Eros abandona a Psique. (obra de François Edouard Picot)

Una noche, siguiendo con esmero el plan ideado por sus hermanas, éste consistía en guardar una navaja bajo la cama con la intención de degollar al monstruo mientras dormía, Psique, movida por la curiosidad, se acercó al lecho de amor con una lámpara de aceite. Lo primero que vio fue un arco y un carcaj de flechas delante de la cama. Como quería mirar y curiosearlo todo, cogió una de las flechas y en un descuido se pinchó con su afilada punta, lo que provocó irremediablemente que se enamorase de Cupido. En su afán por ver más de cerca a su ahora eterno amado, (al final y para su sorpresa, afortunadamente no se trataba de un monstruo sino nada menos que de Cupido, el dios del amor), de repente, una mala suerte hizo que cayeran unas gotas de aceite sobre su hombro, y éste, dolorido, despertó. Sintiéndose traicionado, (Cupido había sido descubierto), huyó emprendiendo el vuelo no sin antes reprender a Psique por no haber cumplido el trato acordado, quien se quedó aturdida y perpleja en el suelo por el desastre ocurrido. Entonces, una gaviota informó a Venus del estado de su hijo y también del abandono que todos sufrían tanto de Venus como de Cupido. Estoy segura de que mi hijo anda envuelto en amores, dijo Venus enfadada. ¿Cómo se llama la joven?, preguntó al ave. No estoy segura, pero creo que se llama Psique. Al conocer la noticia, Venus visitó a su hijo, quien se hallaba malherido y sufriente. Después de curarle las heridas, le juró a Cupido que Psique pagaría por ello.



Psique ve y despierta a Eros (Louis Jean François Lagrenée)

Después de apresarla, entre insultos, maltratos y vejaciones, Venus (la Diosa de la belleza) sometió a Psique a diversas pruebas que debía superar si quería volver a ser libre y recuperar a Cupido. Después de los acontecimientos, Venus (Afrodita) había perdido un poco de atractivo, la última prueba que le impuso consistía en bajar al infierno con un jarrón para llenarlo de un poco de hermosura de Proserpina (la diosa del Infierno) con la estricta prohibición de no abrirlo. Al pensar que moriría en el infierno, Psique subió a una torre muy alta para suicidarse, pero ésta (la torre), le aconsejó que no lo hiciera y de entre muchos de los consejos que le dio para volver a casa sana y salva, le dijo que bajo ningún concepto se le ocurriera abrir el jarrón. Así pues, después de abandonar su idea suicida, Psique partió su camino hacia el infierno para reunirse con Proserpina.

Después de conseguir su objetivo, y mientras regresaba, una gran curiosidad hizo en ella que finalmente lo abriera. Cómo el jarrón no encerraba la hermosura de Proserpina, sino un sueño infernal, bastante parecido a la muerte, Psique cayó al suelo como muerta. Cupido, ya recuperado de sus heridas y en el afán por recuperar a su amada, la buscó sin cesar hasta encontrarla. La escultura de Cánova representa el momento "en que Eros (el amor) acude a despertar a Psique (el alma), del profundo sueño en el que había quedado sumida tras haber abierto el jarrón que le había entregado Proserpina, la diosa del Infierno, mujer de Plutón".



Psique reanimada por el beso de Cupido (Antonio Cánova)

Antonio Cánova (1757-1822), el mejor escultor de su tiempo, máximo exponente de la escultura neoclásica, hizo varias versiones de Eros y Psique, y entre ellas, la que se exhibe espléndida en el Louvre, como su versión magistral. La obra fue realizada por encargo del coleccionista de arte John Campbell (Lord Cawdor), con la intención de que decorase su casa particular. Más tarde, después de ser robada de su emplazamiento original por el General Murat, llegó a manos de Napoleón, quien después de conocer tal bellísima creación, no dudó un segundo en convertirse en el principal mecenas del artista. Debido a su plasticidad, perfección y belleza, la obra se convirtió de inmediato no sólo en una de las obras más importantes del Neoclasicismo, sino también en una auténtica obra maestra de todos los tiempos. A pesar de que el mármol es un material pesado, la bella escultura posee una gran ligereza. Ésta, queda representada por los dos personajes mitológicos, Eros (Cupido), el Dios del amor, y Psique, (la mente humana), que más tarde será convertida en la Diosa del alma.

Detalle del jarrón que Venus dio a Psique

Detalle del jarrón -representado por Cánova- que Venus había hecho llevar a Psique al infierno para llenarlo de la hermosura de Proserpina, y que finalmente, debido a su gran curiosidad, abrió, quedando sumida en un sueño casi mortal. Afortunadamente, su amado Cupido acudió en su búsqueda para rescatarla.

                                        Eros y Psique (detalle del beso)

HERIDO DE AMOR” --- FEDERICO GARCIA LORCA


AMOR, AMOR QUE ESTA HERIDO.
HERIDO, DE AMOR HUIDO;
HERIDO, MUERTO DE AMOR.
DECID A TODOS QUE HA SIDO...
EL RUISEÑOR.
BISTURI DE CUATRO FILOS,
GARGANTA ROTA Y OLVIDO.
CÓGEME LA MANO, AMOR,
QUE VENGO MUY MAL HERIDO,
HERIDO DE AMOR HUIDO,
¡HERIDO! ¡MUERTO DE amor


Joan manuel serrat
Herido de amor”










miércoles, 8 de junio de 2016

Pomona y Vertumno

Pomona y Vertumno




















   Vertumno (la anciana) persuade a Pomona (François Boucher -1741)                                                                                                                              


Pomona, diosa romana de la fruta, arboles, jardines y huertas, fue pretendida por todos
los dioses campestres y no dio oídos a ninguno. Además les prohibió la entrada en sus dominios cercando con altos muros sus jardines. Pero Vertumno, Dios del cambio de las estaciones no se resigno a tal desprecio. En vano se transformo en labrador, viñador, segador, pastor y mil disfraces sin conseguir acercarse y hablarle. Finalmente se convirtió en una mujer anciana, y con este aspecto logro ver a Pomona y hablar con ella.

Le contó la historia de amor de Anaxarete, princesa amada en demasía por el joven humilde Ifis, tanto que acabo quitándose la vida por el dolor que sentía del rechazo de la princesa, y antes de morir pidió venganza a los Dioses. Afrodita, (Diosa del amor) para complacerlo, transformó a Anaxarete en una estatua de piedra, mientras estaba mirando por curiosidad los funerales del desgraciado muchacho..

La elocuencia de Vertumno conmovió y persuadió a Pomona. Entonces Vertumno recobro su forma primitiva y Pomona se avino a tomarle por esposo.




Pomona y Vertumno



jueves, 26 de mayo de 2016

Corpus Cristi

Corpus cristi


El triunfo de la eucaristia sobre la idolatría

Que viene por la calle, que viene/ Como de espuma o pluma, o nieve ilesa/ Tan azucenamente pisa y pesa/ Que solo un soplo de aire le sostiene./ Otro milagro ¿ves? Él, que no tiene ni tamaño ni limites, no cesa/ Nunca le recreamos la sorpresa/ Y ahora, en un aro de aire se contiene/ Se le rinde el romero y se arrodilla/ Se le dobla la palma ondulante/ Las torres en tropel, campaneando/ Dobla tu también y rinde la rodilla, hombre/ que viene Cristo caminante/- Poco de pan, copo de pan.. PASANDO. (Raul Berzosa)





Custodia portátil de Granada donada por la reina Isabel la Católica que usaban en las misas de campaña en la guerra de Granada (1482-1492). En 1535 El platero Diego de Valladolid tuvo que soldarla y repararla entera. Pero sera en 1565 cuando el orfebre y platero Francisco Téllez (discípulo de Diego de Valladolid) la dotaría del aspecto actual..


Custodia de la catedral de Valladolid obra del genial artista orfebre y platero Juan de Arfe

Detalle de la base

miércoles, 18 de mayo de 2016

Cristo de las lañas


RINCONES DE GRANADA

PLAZA DE SAN MIGUEL BAJO. (ALBAYCIN)


Cristo de las lañas









En la Plaza de San Miguel Bajo, se le conoce así por las lañas de hierro que sujetan sus piernas y brazos. El Cristo fue arrastrado y destruido por los soldados republicanos cuando estalló la Guerra Civil, pero los vecinos ocultaron los fragmentos en sus casas y más tarde lo reconstruyeron con grapas, y desde entonces se le llamó, el Cristo de las Lañas. Hace algunos años se ha restaurado y las lañas se han conservado, para que no pierda su esencia, pero las lañas de hierro se han sustituido por acero inoxidable. La cruz está protegida por una verja de hierro.




lunes, 16 de mayo de 2016

LEYENDAS DE GRANADA

LEYENDAS DE GRANADA

La leyenda de la dama blanca ------ LA CASA CASTRIL



En la fachada del edificio se puede observar un balcón ciego construido de forma que hace esquina, sobre este balcón se puede leer la inscripción : “Esperando la del cielo”, frase alrededor de la que gira la historia de la Dama Blanca de la casa de Castril.
 El nuevo señor de Castril, Hernando de Zafra, heredero del antiguo secretario de los Reyes Católicos, era viudo y con él vivía su única hija Elvira de apenas dieciocho años de edad y gran belleza. Para preservar la honra de su hija, Elvíra permanecía encerrada en palacio día y noche, aunque eso no la impidió enamorarse de Don Alfonso Quintanillo, joven apuesto perteneciente a otra familia de gran linaje de la ciudad pero enemistada con los Zafra. Los amantes contaban con la complicidad y ayuda del capellán de la Casa de Castril, el padre Antonio, además de la de un paje más joven que ellos que hacía de intermediario de sus mensajes de amor.

Según la leyenda, una noche Elvira estando acompañada del inocente paje leyendo una carta de su amado en la que éste le proponía matrimonio, entre suspiro y suspiro Elvira acariciaba inocentemente los rizos del cabello del joven paje. Tan ensimismada se hallaba que no escuchó a su padre entrando en la habitación y éste al ver a su hija en tan íntima postura, creyó a su hija deshonrada por un insignificante criado, cegado por la ira mandó a uno de sus criados que lo colgara allí mismo, en el balcón que hace esquina en la fachada. El joven paje alegando inocencia clamaba justicia y clemencia al señor de Castril, el cual mientras miraba cómo sus criados colgaban al inocente paje le decía: “Pide cuanta justicia quieras. Ahí ahorcado puedes estar esperando la del cielo cuanto tiempo te plazca”. Dicho esto, el señor de Castril ordenó tapiar el balcón.
 A partir de entonces la joven sufrió un encierro aún más severo, tanto
que al final terminó acabando con su vida.


Si hay una sala considerada especialmente misteriosa en el Museo Arqueológico es la zona del piso superior en la que según la leyenda estaban las habitaciones de Elvira y el balcón que fue cegado. De esta sala se dice que vaga por ella una extraña mujer que porta una vela, la Dama Blanca. Se asegura también que cuando se recorre en solitario la sala, puede notarse el aliento del “Togado de Periate”, una escultura que preside dicha sala y que en determinados momentos parece vigilar con su mirada de bronce a quien pasea a su lado.